Internet Image taken
Reflect insubstantiality while driving way to the office. In the distance, a flock of seagulls hovering over the sea. The look with revulsion. Never liked seagulls.
Stops when el semáforo se pone en rojo. Lleva el primer coche de una larga cola de vehículos, todos a sus espaldas, todos en la procesión matutina hacia los trabajos.
De pronto, una gaviota inmensa aparece en el cristal frontal de su automóvil y lo picotea con saña. Él cree que la gaviota romperá el cristal y lo atacará. Siente cómo la alarma se dispara en su interior.
Justo cuando más asustado se encuentra, el semáforo cambia a la luz verde y, con la velocidad, espanta a la terrible gaviota asesina.
Cuando se empieza a recuperar del susto, la misma gaviota embiste de nuevo el cristal frontal de su coche e intenta destrozarlo, aun cuando él circula a cincuenta kilómetros por hora.
Conquistado por el pánico en cada partícula de su ser, intenta evitar un accidente, pero no recuerda nada, sólo que la gaviota venció al cristal y que nunca le gustaron las gaviotas.
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